El Amor: ¡Uf! ¡Qué temita, eh!
En la mitología griega clasificaban el AMOR en distintos tipos:
Uno de ellos es EROS, Dios del amor de la pasión y el EROtismo. EROS tenía la responsabilidad de hacernos encontrar nuestra media naranja.
Por otro lado nos enseña el amor PHILIA como aquel amor fraternal, de amigo, de familia. Es ese amor donde todo aquello que tengo quiero compartirlo.
Si prestamos atención, estos dos amores parten del YO, de lo que YO necesito: Que me complementes (Cómo si yo solo no fuera suficiente) o desde mi deseo de compartirte.
En cambio, también hablaban de un tercer tipo de AMOR: El amor AGAPE.
A diferencia de los otros dos, aquieta y silencia el EGO; es el tipo de amor que me invita a correrme para dejar que el otro emerja. No hay una “mercantilización del amor”, es decir: No es que yo te doy a cambio de que me des. Sino, que te acepto tal y como sos y me permito amarte porque sí.
San Agustín, parece haber sido un maestro en entender esto: Dar sin medida. Dar, dar y dar.
Y en tu caso
- ¿Desde qué lugar estas amando al otro?
- ¿Desde lo que necesitas a cambio?
- ¿Desde el legitimar al otro sin exigir, esperar o reclamar?
- ¿Desde dónde?
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